No será tan sabia la madre naturaleza si engendró al homo sapiens!
o sí? Habría pues que pensar que de manera cíclica la naturaleza se regenera suicidándose para renacer de nuevo doblemente bella, porque está claro que la vida se nutre de muerte, o sea, lo que está muerto es lo que nos alimenta. Una premisa de la naturaleza parece irrefutable, y es que ésta no hace nada por hacer, todo tiene un por qué, todo una utilidad y la aportación de los seres que pueblan el planeta al medio ambiente no es la que puedan hacer de forma consciente y voluntaria (homo sapiens), sino la que se supone involuntariamente por el simple hecho de existir en él (seres animados e inanimados). Es entonces que tenemos que admitir no sin sentir tristeza que el hombre es el animal que aporta más a la madre naturaleza muerto que vivo. Sólo cuando ya no pensamos somos de utilidad. Moraleja, qué destruye todo? la voluntad, que es patrimonio exclusivo del humano. Todo lo que hacemos guiados por el pensamiento y la voluntad es destructivo, aunque sea bueno. Lo único que hacemos y aporta beneficios al medio no nos lo dicta la voluntad, y es morir.
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