y no son la misma cosa, para que entiendas digamos que el bien es lo que nos hace bien y lo bueno lo que nos gusta, y ahora va el ejemplo, si es preciso amputar tu pierna para salvar tu vida eso es bien, pero no bueno, es bien en cuanto que salvarás de ese modo tu vida, y no es bueno en cuanto que no te gusta la idea, pues eso es lo que le ocurre a la gente que se hace llamar creyente, que confunde ambos términos, y esto también te lo aclaro, a ver, los creyentes son los que creen en lo que les cuentan desde alguna iglesia, la doctrina, los ateos son los que creen en Dios, y partiendo de ese axioma puedo asegurarte que el bien, si es impuesto, siempre es bien, el bien aunque duela siempre es bien, pero lo bueno, si se da por obligación no siempre resulta tan bueno, tan agradable o placentero, y las iglesias redefinen el bien y rechazan lo bueno, al bien le colocan túnica y barba, sea la doctrina que sea, túnica normalmente blanca, y barba, a elegir entre blanca o gris...también rechazan lo bueno, lo que produce placer es malo, lo bueno es malo, y eso nos lleva a definir malo. Malo es lo que nos perjudica, aunque nos guste, por ejemplo los vicios, son cosas malas buenas, malas porque nos hacen daño a nivel físico y mental, y bueno porque nos aporta momentos de placer, entonces deducirás que al menos en ese aspecto las iglesias aciertan, pero te aseguro que tampoco, porque existen cosas buenas que producen bien, y no hablo del sexo, como esperabas, el sexo no reproductivo, su práctica es una payasada ridícula que nos avergüenza cuando lo consumamos y no merece la pena hablar de él, como de hecho casi todos hacen, todos callan porque en el fondo sabemos que el invento del sexo no reproductivo es una más de las muchas aberraciones exclusivamente humanas, y es bueno, claro que sí, pero a veces, otras no tanto, y acarrea desastre...Así que me preguntas que cuáles son las cosas que siendo buenas además son bien, y que las iglesias no aceptan cuando deberían aceptarla, pues te diré que esas cosas no están definidas, sino que hay algo en nuestro interior que no nos engaña y que nos avisa de cuándo lo que hacemos es bueno o no, porque a veces cometemos actos a sabiendas de que no nos gustan, que no son buenos para nosotros, y nuestra voz interior nos lo deja claro, pero por miedo social, al qué dirán, por pereza, por ignorancia o porque simplemente somos idiotas no dejamos de practicarlos, a caso no ocurre eso con el que fuma tabaco! mientras se fuma el cigarrillo sabe que no tiene un sabor agradable, y si dice lo contrario miente, y que no sirve para nada fumar, no aporta nada, y además su voz interior le dice que eso que hace es malo, y de ahí nace la resistencia a nuestro yo, que es lo que nos hace sufrir y morir mal, porque lo que nos hace morir mal y no morir bien es la resistencia a la realidad. Y es esa voz interior la que te asegura que algo bueno como mirar un atardecer, flores, dormir bien, comer sano, reír, ser humilde, ser amable, ser sincero...además es bien. Pero las iglesias no quieren que hagas nada de eso, al revés quieres que veas en la tierra un valle de lágrimas, y que tu vida sea un lamento en un clima de autorrepresión y artificial engaño. Lo que está sucediendo en estos tiempos que corren es que lo bueno y bien no tienen buena prensa, lo malo, lo oculto, el mal nos seduce, los jóvenes van a las fiestas disfrazados de matones, las jóvenes juegan a ser mujer fatal, entran en la sala, suenan los ritmos secuenciados en frecuencias graves y toda esa manada de tristes idiotas comienza a bailar, llamémoslo así, muy serios, como si una tragedia estuviera por ocurrir, mientras más serio mas atractivos, ellos y ellas, ellas echan el culo atrás y el pecho adelante, ellos separan los codos, como para despegar y estiran los cuellos hacia arriba, como los galápagos... Pues eso, que te veo un poco confusa con mis discursos, aunque sé que te gustan, pero siempre esperas la moraleja del cuento, de todo lo que te digo lo único que te aclara es la moraleja, la máxima que resuma todo, así has aprendido a no escucharme más que cuando intuyes que mi disertación se acerca al final, entonces haces como que estás atenta, atrapas si acaso la última idea por si ante mi pregunta inmediata necesitas defenderte, y poco más...Pues de moraleja, o moralina, te diré que es tu voz interior la que te dice lo que es bueno para ti, y también lo que es malo, y es cuando no prestas atención a ésta cuando te haces mal, vives mal, sufres y mueres mal,
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