domingo, 11 de noviembre de 2012

Lo que precisa ser dicho es falso. 

Esto es algo que sucede en lo cotidiano, por ejemplo, si necesitas decir que amas a tu pareja es porque es mentira, no? La verdad no necesita ser dicha. Centrándonos en política, si un dirigente dice lo que piensa hacer es porque no lo hará, miente. El que está dispuesto a hacer algo no lo dice. Lo hace. Es como el perro que va a morder, no ladra, directamente muerde. Ahora resulta que un gobernante hace justo lo contrario de lo que dijo que haría, miente! Pues no. No miente. Lo que dijo que haría era algo que efectivamente necesitaba ser dicho, es decir, era falso. Nadie promete más que el que no está dispuesto a dar. Quien dice mentira no miente, sino que está en el receptor saber que se trata de una mentira. Si te digo que sé volar y te lo crees, te he mentido o eres necio? Miente quien dice verdad y no actúa en consecuencia. Así que ya sabes, cuando atiendas al discurso de un político, procura escuchar lo que no pronuncia, así sabrás lo que hará.

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