jueves, 31 de enero de 2013



...a efectos prácticos, sin demasiada abstracción, inteligencia es

 la capacidad de resolver, o incluso a la capacidad de adaptarse el individuo a un contexto. Inteligencia no es sapiencia. Sapiencia es sabiduría, es decir, el conocimiento adquirido a través del estudio y la experiencia. Pero la sabiduría sólo sirve para ser sabio. Y ser sabio a su vez no sirve para nada. Seguramente, tu abuelo, no tuvo la oportunidad de estudiar que has tenido tú, pero fue capaz de desenvolverse, sin estudios ni altas calificaciones, en un ambiente social mucho más complicado que el actual. Supo mantenerse a flote, y ahora tú existes, con tus estudios y tu sapiencia, gracias a él, a su inteligencia. Pero sin embargo, a ti tus estudios y tu sapiencia no te aportan nada, e incapaz de hacer algo fructífero, parasitas en casa de tus padre ya en la treintena inmerso en un continuo lamento. 

Todos los factores son culpables de tu situación, menos tu torpeza.

Pues bien, no quiero decir que la inteligencia de aquel hombre fuera superior a la tuya, ni siquiera inferior. Todos somos exactamente inteligentes en la misma medida. La única salvedad es que existe dos tipos de inteligencias. La inteligencia madura y la inmadura. La inteligencia inmadura es la que te lleva al fracaso y a la depresión. La depresión no es una enfermedad, sino un recurso propio de este tipo de inteligencia. Los inmaduros en inteligencia suelen ser propensos a la depresión. La depresión como recurso del inmaduro es similar al llanto que emplea el bebé para consguir lo que quiere. Y por qué algunos no salen de la depresión? Porque no se les atiende? Pues no; porque no saben lo que quieren. Digamos que inteligencia inmadura es aquella que te lleva a seguir usando en la edad adulta los mismos recursos que te sirvieron para conseguir las cosas y resolver situaciones en la infancia. La persona inmadura, con inteligencia inmadura tiene miedo al cambio. El cambio le obligaría admitir, que aquellas estrategias de infancia ya no le son de utilidad. Se sentiría totalmente perdido en un mundo desconocido que le supera y le resulta hostil.

La inseguridad, que es la sensación que experimenta el inmaduro cuando descubre que su inteligencia es un lastre inútil, se puede curar, del mismo modo que la drepesión.

La inteligencia madura me hace buscar nuevos patrones para nuevas situaciones. Contempla el riesgo o el avanzar en terreno desconocido como algo normal en el viaje de la vida y, ante todo, la posee la persona que ha sido capaz de destruir un mundo para crear otro. El que supo desvincularse de sus padres en la edad justa.

Las madres sobre todo mediterráneas o latinas han sobreprotegido a sus hijos hasta el punto de convertirlos en verdaderos incapacitados sociales. Sin embargo, en otras regiones del mundo, los hijos, a la edad universitaria se independizan y comienzan sus propias vidas.

El hijo sobreprotegido desarrolla inteligencia inmadura. El hijo emancipado a tiempo desarrolla inteligencia madura....

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