jueves, 13 de diciembre de 2012

...me sorprende encontrarte en la calle a principio de la tarde, 

y te digo que me sorprende por que sé que a esta hora sólo puedes salir a pasear, y no a hacer gestiones como haces cada mañana. Sabes a lo que me refiero, te mueves por obligación, por la necesidad de pagar alguna factura, de ir a la peluquería o de realizar alguna compra...pero cuánto hace que no sales a la calle por el simple hecho de dar un paseo! cuánto que no te paras a mirar el matiz del color del día a esta hora! Pasas tu tiempo encerrada en casa esperando la hora de ir a la cama y dando vueltas en tu mente a lo que necesitas resolver mañana. Y dime pues, tú para cuándo? Qué temor ha anidado en lo más profundo de tu pensamiento que te tiene presa entre cuatro paredes y te ha robado la ilusión por gozar los pequeños detalles de cada día. Siempre has necesitado seguridad para hacer las cosas, para tomar decisiones, y eso te ha convertido en una persona recelosa y desconfiada que ha tratado siempre de eliminar lo que de apasionante tiene el hecho de vivir y que consiste en levantarse tras tropezar, y no me equivoco si te digo que la mejor manera de no tropezar es no moverte y es justo ésto lo que has convertido en norma en tu vida, la desconfianza es tu carcelera y te obliga a ver el exterior a través de las cortinas de tu apartamento...Crees que tiene mérito lo que hacen los acróbatas si les protege la red? Es decir, dónde piensas reside el valor de lo que hacen, justo en esas acrobacias tan espectaculares o en el hecho de que se juegan la vida haciéndolas! No sé amiga, pero quiero pensar que desde el momento en que se coloca la red, la exhibición pierde interés. El placer que produce observar a gente en situaciones arriesgadas consiste en sentir que a nosotros no nos ocurre, que nos encontramos fuera del peligro, no crees? Hoy en día queremos ver una red en todo lo que hacemos, para emprender cualquier proyecto necesitas conocer las opciones que te quedan si fracasas y cuando se trata de tomar decisiones te preocupas antes de cómo resolverás si tropiezas que de cómo continuarás si aciertas. Siempre nos situamos en lo negativo. En general, tú, yo, todos nos hemos vueltos inseguros en el natural viaje de la vida, y dedicamos demasiado tiempo a barajar las posibilidades catastróficas, y poco a gozar de la belleza de cada momento. Voy a comprar mi casa pero, y si me quedo sin trabajo? voy a trabajar en tal empresa, qué hago, me relajo y comienzo a vivir? y si me despiden? Y esta situación claramente se traduce en el amor, o dime si no cuántas veces lo reprimiste por miedo a sufrir? Te colocas la coraza de inseguridad y lo espantas, no quieres acrobacias con tus sentimientos, y menos sin red protectora, no deseas caer como otras tantas veces te ocurriera! Cuando conoces a alguien te hace sentir amor lo apartas, porque traduces el amor como el dolor que se acerca, te autoconvences de que esa persona que te hace amar te hará sufrir, te hará llorar...intenta entonces entender que quien de verdad te ama es quien realmente merece tus lágrimas pero nunca te hará llorar, si no de felicidad, y cuando él se acerque a tu vida te sugiero que te adornes de un poco de ingenuidad, te irá bien para reconocerlo y y no te dediques a buscar redes, sería una ofensa....

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