sábado, 2 de noviembre de 2013

...si una tarea se encomendó al arte no fue ésta

la de crear belleza sino la de imitar la existente en la naturaleza. Ahora bien, del mismo modo que existe un coito sin tarea; no reproductivo y enfocado al placer, existe un arte también no reproductivo y enfocado al placer. Es a esta manera de provocar arte que se llamó música; no queda nada tras su ocurrencia más que el regusto (cuente allá cada uno la feria tal como la vivió) y no tiene más intención que la de enturbiar no se sabe aún con qué propósito el silencio.

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