viernes, 3 de enero de 2014

...cuando sabes lo que quieres te centras en conseguirlo

 despreciando todo lo que ocurre que no es útil a tu objetivo; reduces tu existencia a la consecución de un logro. Puedes querer algo vital; una necesidad, o algo no vital, un deseo. Sea necesidad o deseo ambas son sensaciones molestas que tratamos de reducir. No saber lo que uno quiere no significa no querer sino no permitir que deseos y necesidades tracen nuestro devenir. Cuando no sabes qué quieres también logras tus metas; pero con otro "tempo", siguiendo otras pautas de vida centradas en el disfrute del momento. Limitar toda tu existencia a alcanzar objetivos no necesariamente significa éxito; de hecho suele suceder lo contrario. Quien renuncia a todo para canalizar su energía hacia la consecución de un premio ignora que, por un lado, si lo logra verá cómo éste perderá su valor por un principio de adaptación y acostumbramiento;...y ahora qué! y por otro lado sentirá un gran vacío existencial, carecerá de motivación y control emocional y no conocerá argumentos que den sentido a su vida;...y a partir de ahora qué!...

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