...pasó de largo ante los niños pobres que pedían comida
e inmediatamente se cruzó con alguién que llevaba un cesto cargado de bocadillos... pensó que se lo daría a aquellos chavales!! Se alegró y siguió caminando. Al momento miró atrás y vio que aquella persona tampoco se detuvo ante la pobreza... Se entristeció y pensó... no debí mirar atrás!!
Gracias, mi querido amigo, trataré de seguir el consejo; Pero muchas veces resulta difícil, por no decir imposible, cerrar los ojos ante la dura y triste realidad.
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